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No puedo negar que, así como me costó adquirir el hábito del ejercicio físico, ahora me costaría desprenderme de él. Este hábito no solo me ha aportado grandes beneficios físicos y mentales, sino que también ha moldeado valores fundamentales que hoy impulsan mi vida personal y profesional.

Sentir bienestar general, tener más energía, claridad mental o desarrollar valores como la disciplina, la constancia y la resiliencia son algunos de aquellos beneficios que mejorarán tu vida y que podrás trasladar a tu vida profesional. Personalmente, creo que sin ello me hubiese sido casi imposible desarrollarme dentro de una gran empresa mientras continuaba mis estudios universitarios.

¿Te imaginas cómo mejorarían tus resultados si integraras estos valores en tu día a día?

Base de mi disciplina

Sin ninguna duda a equivocarme mi disciplina nace del ejercicio físico. Comenzar con una rutina de ejercicios y un seguimiento de mi dieta me demostró lo difícil que puede ser, en ocasiones, cumplir con aquello que nos proponemos.
Pero, tras un tiempo, descubrí donde podía estar el fallo que me frenaba a cumplir con mi rutina establecida. Estaba negociando conmigo mismo y, por tanto, yo siempre ganaba.

 

Imaginemos el debate mental que puedes tener a la hora de hacer ejercicio físico:

  • Tengo que ir a entrenar.
  • Pero acabo de salir del trabajo y estoy muy cansado.
  • ¿No será mejor descansar?
  • ¿Y si hoy mejor termino la serié que deje a medias?
  • Puedo ir mañana; seguro que estaré menos cansado.

 

Aunque puede que algún día acabemos tomando la decisión de ir a entrenar, si cada día tenemos el mismo debate interno seguro que algún día fallaremos.

Pues bien, lo que descubrí es que no debemos de negociar, si decidimos que Lunes, Miércoles y Viernes a las 19:00h vamos a ir a entrenar es lo que vamos a hacer sin tener la elección mental de hacer cualquier otra cosa. Lo que ocurría en mi cerebro es algo como: si no puedo elegir otra cosa que ir a entrenar, me mentalizaré a entrenar.

Esta misma lógica la aplico al mundo de los negocios, Si hay una tarea importante que debo realizar, decido exactamente cuándo la haré. Así, cuando llegue el momento, no pierdo energía evaluando alternativas más atractivas: simplemente lo hago.

Porqué el ejercicio impulsa mi productividad.

El ejercicio físico desprende las llamadas “hormonas de la felicidad” que nos proporcionan una sensación de bienestar general, reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo. Además, mantener el cuerpo activo da una mayor energía para afrontar otros retos.
Sin embargo, más allá de estos beneficios, hay dos factores específicos que han impactado directamente en mi productividad:

– Confianza: ver que con tiempo y trabajo eres capaz de hacer ejercicios que antes no podías te da una sensación de confianza increíble, ya que tienes pruebas de que puedes hacerlo aun cuando parecida imposible. Por lo tanto, a nivel profesional tienes la confianza de salir de tu zona de confort y asumir nuevos retos porque eres capaz de conseguirlos. Lo que te da un mayor enfoque y aumenta tu productividad.
– Claridad mental: durante el ejercicio, mi mente se centra exclusivamente en la actividad física, lo que me permite liberar energía mental. Este “descanso” para mi cerebro me ayuda a concentrarme mejor cuando vuelvo a mis tareas profesionales.

Resiliencia.

El ejercicio físico me ha enseñado que el fracaso es una parte inevitable del crecimiento. En cualquier deporte que decidas practicar, habrá momentos de frustración y errores que parecerán insuperables. Pero si algo está garantizado, es que si no te rindes, eventualmente lo conseguirás. Por tanto, lo bonito y el aprendizaje esta en el camino pues aprenderemos a manejar nuestra frustración hasta conseguir el resultado deseado, lo que, además, potenciará nuestra confianza.

Consejos.

Si te planteas comenzar a realizar ejercico físico te dejo algunos consejos que me funcionaron:

  • Comprométete con algo que puedas cumplir, por ejemplo, un entranamiento semanal. Cuando adquieras el hábito puedes incrementarlo a la par que tu confianza.
  • Busca un deporte que te motive y te divierta.
  • Cuida tu cirulo para que te apoye y anime.

El ejercicio físico no solo mejora tu salud, sino que también puede llevar tu vida personal y profesional al siguiente nivel. Experimentarás una sensación global de bienestar: mientras tu cuerpo se fortalece, tu mente se libera del estrés y disfruta de mayor claridad. Además, superar tus propios límites y gestionar tus emociones en el proceso desatará todo tu potencial, ayudándote a alcanzar metas que antes parecían inalcanzables.

Empieza hoy. Cada pequeño esfuerzo te acerca más a tus sueños.